Bruno Bettelheim (1903-1990) fue un psicólogo infantil que acuñó el término de "madre nevera".
Trabajó en la Universidad de Chicago con niños emocionalmente perturbados. A partir de las observaciones realizadas en su trabajo clínico postuló que la base del autismo no era genética sino que su causa era una falta de establecimiento de vínculos con los padres durante la primera infancia, sobretodo con la madre.
Las "madres nevera" eran, según Betthlheim, las causantes del autismo: madres frías, que odiaban a sus hijos y que se desocupaban de ellos, sobretodo a nivel emocional. De hecho Bettelheim, que estuvo internado en los ampos de concentración nazi de Dachau y Bechenwald, compara a estas "madres nevera" con los agentes nazis de esos campos.
Durante mucho tiempo, las teorías de Bettelheim fueron ampliamente aceptadas por médicos y psicólogos, sobretodo por los psicoanálistas. De forma que toda la "culpa" sobre la enfermedad recaía sobre las madres, que quedaron social y emocionalmente estigmatizadas.
Afortunadamente, a medida que la investigación avanzaba, las teorías biologicistas empezaron demostraron que el origen de la enfermedad no está en el establecimiento de vínculos emocionales, sino en alteraciones en el desarrollo del cerebro que se gestan ya en estapas prenatales. De estas formas las madres quedaban libres de ser las causantes de las alteraciones de sus hijos.
Las teorías de Bettelheim se recogen en su libro La fortaleza vacía.
domingo, 31 de agosto de 2008
martes, 12 de agosto de 2008
Neurodesarrollo desde los ojos
Un reciente estudio publicado en la revista Cell, realizado por investigadores del Children's Hospital of Boston, ha demostrado que el factor Otx2, que proviene de las retinas, es crítico para la maduración cerebral durante la etapa postnatal.
El Otx2 es un factor de desarrollo embrionario que por lo tanto ayuda a que el embrión se forme. Estos investigadores han descubierto que días después del nacimiento el sistema nervioso "reutiliza" este factor. En este caso el Otx2 será enviado desde las retinas hasta el cerebro, y allí actuará como señal inductora de la maduración cerebral.
Los autores del estudio no descartan que existan otros factores similares liberados por el resto de los sistemas sensoriales del organismo.
Así pues, postulan que los inputs sensoriales que los recien nacidos reciben son los que inician la maduración del sistema nervioso.
El Otx2 es un factor de desarrollo embrionario que por lo tanto ayuda a que el embrión se forme. Estos investigadores han descubierto que días después del nacimiento el sistema nervioso "reutiliza" este factor. En este caso el Otx2 será enviado desde las retinas hasta el cerebro, y allí actuará como señal inductora de la maduración cerebral.
Los autores del estudio no descartan que existan otros factores similares liberados por el resto de los sistemas sensoriales del organismo.
Así pues, postulan que los inputs sensoriales que los recien nacidos reciben son los que inician la maduración del sistema nervioso.
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