Bruno Bettelheim (1903-1990) fue un psicólogo infantil que acuñó el término de "madre nevera".
Trabajó en la Universidad de Chicago con niños emocionalmente perturbados. A partir de las observaciones realizadas en su trabajo clínico postuló que la base del autismo no era genética sino que su causa era una falta de establecimiento de vínculos con los padres durante la primera infancia, sobretodo con la madre.
Las "madres nevera" eran, según Betthlheim, las causantes del autismo: madres frías, que odiaban a sus hijos y que se desocupaban de ellos, sobretodo a nivel emocional. De hecho Bettelheim, que estuvo internado en los ampos de concentración nazi de Dachau y Bechenwald, compara a estas "madres nevera" con los agentes nazis de esos campos.
Durante mucho tiempo, las teorías de Bettelheim fueron ampliamente aceptadas por médicos y psicólogos, sobretodo por los psicoanálistas. De forma que toda la "culpa" sobre la enfermedad recaía sobre las madres, que quedaron social y emocionalmente estigmatizadas.
Afortunadamente, a medida que la investigación avanzaba, las teorías biologicistas empezaron demostraron que el origen de la enfermedad no está en el establecimiento de vínculos emocionales, sino en alteraciones en el desarrollo del cerebro que se gestan ya en estapas prenatales. De estas formas las madres quedaban libres de ser las causantes de las alteraciones de sus hijos.
Las teorías de Bettelheim se recogen en su libro La fortaleza vacía.
Buen articulo, aunque muy corto.
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